El rey león más ilegítimo y al mismo tiempo legítimo de la saga es Mufasa. Ilegítimo porque carece de sangre noble; legítimo por su nobleza y valentía; y es en esa combinación imposible donde radica el encanto de su historia.
La historia comienza en las llanuras de África con Kira, la leoncita hija de Simba y nieta de Mufasa, junto a los inolvidables Timón, Pumba, Zazú y Rafiki contando a Kira la historia de su abuelo desde que era un bebé león, cómo se pierde y es salvado por su nueva manada liderada por un padre que le rechaza, una madre que le acoge con cariño y un hermano entusiasta que le salva y al que le termina uniendo un vínculo que va más allá de lo fraternal. En el centro de la historia, el deseo de llegar a Milele. ¿Y qué es Milele? Un paraíso, un lugar luminoso donde crear un hogar.
“El Rey León” original con Simba siempre estará en la retina de cualquier niño, adulto millenial o joven gen Z, pero admito que me llevé una sorpresa con la historia de Mufasa. A pesar de entrar al cine sin expectativas y casi con reticencias por las comparaciones con la primera y por el temor de que la historia fuera casi calcada, hay algo potente en la personalidad de Mufasa que le da un carisma que casi me atrevería a decir que no llegó a tener Simba.
No voy a desvelar más argumento de la película, en Filmaffinity tiene un 6,5 y he visto críticas profesionales dispares, pero tanto la primera película de “El Rey León” como esta segunda tienen efectos especiales y música destacables y una historia entrañable (al menos para mí). Por cierto, la he visto en versión original subtitulada, que suele ser más fiel que doblada al español, aunque depende de lo que apetezca en un momento dado.
Mufasa nos lleva a Milele con una estética que sigue a la primera película y yo le sigo. La sala estaba bastante llena para la hora que era (15:50 h.), así que somos unos cuantos los reyleoneros con ganas de llegar a Milele de la garra de Mufasa.
“Mufasa” es una historia de animales inmersos en el ciclo de la vida, basada en leones reales, que nos acerca más a estos animales salvajes y nos cuenta cómo se distribuyen las tareas en sus manadas -la leona hembra caza, mientras el león macho duerme y “protege” de esa manera al grupo.
Imagen: Pixabay.
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