¿Te gusta conducir? Esta frase retórica surgió en el anuncio de BMW en el año 2000. Si conduces, apreciarás el cogollo narrativo de “Hallow Road”, del director británico-iraní Babak Anvari. Los intérpretes principales son la actriz inglesa Rosamund Pike (Maddie) y el actor galés Matthew Rhys (Frank), que se ven envueltos en una situación contrarreloj.
Megan McDonnell (Alice), la hija de Maddie y Frank, atropella a una persona por accidente y les llama por teléfono para pedirles consejo sobre cómo actuar. El rol que adopta cada uno de ellos es distinto y casi opuesto, hay un contraste enorme. El padre la defiende a toda costa y trata de protegerla a cualquier precio, mientras que la madre opta por una vía más racional. Hay momentos agónicos, de susto y tensión y misterio a raudales.
Babak Anvari mide los tempos y facilita la fluidez de la química entre los intérpretes principales, incidiendo mucho en los primeros planos y en los planos medios con ángulos deformados.
Las actuaciones de los protagonistas van in crescendo y se caracterizan por ser enigmáticas, misteriosas, dramáticas y en momentos puntuales, desgarradoras. Al verla en versión original subtitulada, me di cuenta de los matices de los diálogos, los silencios y lo complicado que es crear una atmósfera tan tensa con unos recursos limitados pero óptimamente gestionados: básicamente el elenco lo integran un actor y actriz en pantalla, el lugar de rodaje es principalmente el interior de un coche y siendo un móvil el elemento central, se termina formando un embrollo en una noche donde las hadas, la magia y las criaturas extrañas agrandan el enigma de “Hallow Road”.
La historia está sólidamente construida y ordenada. La película se caracteriza por unos silencios que paradójicamente hablan a gritos, primeros planos incesantes en el interior del coche, y planos continuos del teléfono movil con la fotografía y la voz intermitente de Alice.
La banda sonora original de la película está compuesta por Peter G. Adams y Lorne Balfe, que usan sonidos chirriantes y de cierto terror entre los sepulcrales silencios que caracterizan al largometraje. Para ello, emplean violines, violonchelos, pianos, sintetizadores y percusión profunda para generar la atmósfera.
“Hallow Road” es un thriller tenso hasta decir basta. Ir al baño en mitad de la película es una idea a descartar. La première fue en la gala de inauguración del festival FANT de Bilbao y antes de la proyección, su director, Babak Anvari, recomendó verla con especial atención a los detalles. Una buena sugerencia. Para comprender lo que sucede en el largometraje, es absolutamente recomendable hacer caso al director y dirigir la atención también a los postcréditos. ¿Cuál será el misterio de “Hallow Road”?
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