Organizar un cónclave no es un cometido sencillo. Tras el fallecimiento del sumo pontífice, son varios los elementos que intervienen para que la elección del papa venidero sea exitosa. ¿Cómo se realiza un largometraje que resulte interesante sin llegar a ser excesivamente clerical? “Cónclave”(2024) es la respuesta.
El largometraje explica cómo se organiza un cónclave en forma de thriller bien hilado, interesante y con actuaciones sobrias repletas de matices intensos. El director, Eduard Berger, cuenta con un reparto numeroso para narrar con pericia los misterios y las implicaciones que hay tras un cónclave. Con una dirección firme y visualmente atractiva, destacan planos impactantes como el momento de la explosión aledaña a la Capilla Sixtina con el consiguiente desprendimiento parcial de sus acristalamientos.
Ralph Finnes interpreta con solemnidad y rigor al cardenal Lawrence. Los escasos 8 minutos de Isabella Rossellini como Sor Agnes en el largometraje son una muestra de estoicismo. Y los secundarios y de reparto, entre los que destacan Stanley Tucci y John Lithgow, se suceden sin tregua en un ir y venir de cardenales que se postulan al “trono vacante” (frase literal del largometraje).
La fotografía es predominantemente oscura, reflejando, no sólo el duelo de despedir a un papa, sino la incertidumbre e intriga de las votaciones para elegir al siguiente. Al final del día, los cardenales son personas, con bondades y defectos, secretos, miedos e inseguridades, con afán de poder en algunos momentos y el deseo de pasar desapercibidos en otros. Seres humanos de carne y hueso.
Los escenarios están soberbiamente construidos, con detalle y contextualizan muy bien la historia junto al vestuario de los actores y actrices. Te sientes en el Vaticano con una recreación espectacular de la Capilla Sixtina. Durante las votaciones, los cardenales menores de 80 años se recluyen para llevar a cabo la tarea. La fumata blanca junto al célebre anuncio “habemus papam” indica que el cónclave ha llegado a su fin.
“Cónclave” está basada en la novela homónima publicada por Robert Harris en 2016, un bestseller internacional del que se hace una buena adaptación con una fotografía cuidada. La banda sonora, compuesta por Volker Bertelmann, se compone de 27 piezas e incluye un instrumento llamado Cristal Baschet que se frota con los dedos húmedos y produce una serie de vibraciones generando la atmósfera única que acompaña a algunas escenas. Por otra parte, el ritmo narrativo es bueno, aunque no constante, ya que decae en algunos momentos.
“Cónclave” es seria, dramática y ha obtenido numerosos galardones. Ha sido reconocida en festivales importantes como San Sebastián, Toronto, Telluride, Londres (BFI) y Mar del Plata. También ha recibido premios en varios festivales relevantes como Oscars 2025, Globos de Oro, BAFTA, Critics Choice y SAG Awards.
En este momento histórico, estos días se celebrará un nuevo cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, que ha ocupado el cargo durante más de 12 años y se ha caracterizado por ser cercano y difundir un mensaje de paz, tolerancia y defensa de ámbitos como el medioambiente.
*Recomiendo ver “Cónclave” en versión original subtitulada, si fuera posible.
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