Si pudieras elegir un periodo de la historia para visitar, ¿cuál sería? El Medievo se puede definir como feudal, jerárquico, estamental, teocrático y multicultural. Hay varias vías para volver a la época medieval. Una de ellas es visitar el “Puy du Fou” en Toledo, España. Otra opción es ver el estreno “Sin Cobertura”, donde una familia que visita un mercadillo medieval en el pueblo de la abuela materna acaba viajando a la Edad Media.
En esta comedia de 94 minutos hay momentos humorísticos. La atmósfera es pícara y zumbona, la fotografía es buena y predomina la claridad sobre la oscuridad.
Dirigida por Mar Olid y escrita por Olatz Arroyo, fue rodada en el País Vasco, en el propio largometraje se hace referencia a los vascones.
Alexandra Jiménez (Julia) y Ernesto Sevilla (Agustín) encabezan un reparto como progenitores de dos hijas y un hijo de diferentes edades, interpretados por Luna Fulgencio, bastante conocida por la saga “Padre no hay que uno” de Santiago Segura, y junto a ella, Amalia y Aimar Miranda muestran naturalidad fraternal. Los secundarios son los magníficos Pepe Viyuela, Carmen Ruiz, Salva Reina, Petra Martínez, Candela Camacho, Carlos Serrano, Joaquín Reyes y Germán Alcarazu.
La mayoría de personajes (conde e hijo, campesinos, etc.) están caricaturizados en tono disparatado. Pero hay una escena que me parece sublime, cuando el hijo del conde se expresa más allá del ruido gutural que emite normalmente, lo hace con una vehemencia digna del mejor orador. Además, la química entre los intérpretes traspasa la pantalla, una de mis partes favoritas es el baile que la familia realiza durante la cena a la que es invitada por el conde, con una canción totalmente contemporánea. La figura del hereje que acababa quemado en la hoguera también está presente, ensalzando a las presuntas brujas de la época, que en ocasiones solían ser químicas o botánicas con conocimientos avanzados sobre la naturaleza y medicina natural.
El vestuario de este largometraje tiene enjundia. Esta categoría destaca junto a la ambientación, con castillos y puentes propios de la época.
Ha habido escenas que me han transportado en flashback a otras de la historia del cine. El momento en el que Julia le enjabona y frota el pelo a su marido parece un homenaje lúdico a “Memorias de África”. Por otra parte, el plano de las hojas marrones del bosque me ha hecho acordarme de los árboles del parque Central Park en “Otoño en Nueva York”.
La crítica al uso desmedido de los móviles en la sociedad actual, la importancia de la familia o la necesidad de salir de la rutina prevalecen en esta comedia española cuyo tráiler hace que te apetezca verla. Hay una referencia clara al cambio climático, con un comentario de uno de los personajes. En definitiva, la vuelta a “lo básico” es una metáfora que se puede interpretar como la necesidad de desconexión digital y de reconexión con la naturaleza. Es una buena opción para pasar un rato distendido en el cine.
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