El 8 de enero se originaron varios incendios en Los Ángeles que se extendieron rápidamente, con focos en Pacific Palisades, Eaton, Sydney, Kenneth y Hurst, principalmente. El 10 de enero se publicó Copernicus, un informe europeo anual que evalúa el estado del clima global, publicado por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus que forma parte del Programa de Observación de la Tierra.
Debido a lo sucedido, se hace necesario analizar qué relación tienen estos incendios no controlados con el cambio climático.
Según el informe Copernicus, 2024 ha sido el año más cálido registrado a escala mundial, con una temperatura global promedio de 15,10 grados centígrados, superando la barrera de los 1,5 grados con respecto a niveles preindustriales. Este límite quedó recogido en los Acuerdos de París y lo que se puede concluir es que no se están cumpliendo dichos acuerdos medioambientales.
Copernicus podría explicar en parte lo que está sucediendo con los incendios de California -no sólo su origen que aún está siendo investigado-, también el hecho de que los fuertes vientos lo hayan avivado excesivamente, unido a una fuerte sequía.
Entre las consecuencias del cambio climático figuran un aumento de la temperatura global con temperaturas más extremas, vientos más fuertes, sequías y un impacto en la biodiversidad, por lo que podría existir un vínculo entre los incendios y el cambio climático. Los expertos y Copernicus apoyan la teoría climática aunque aún no se puede validar científicamente, ya que hay que realizar unas mediciones posteriores al evento para extraer y datos y confirmar informaciones.
En definitiva, no se puede descartar la existencia de una relación directa entre los incendios de Los Ángeles y el cambio climático, pero habrá que esperar un tiempo para verificar los datos disponibles y confirmar esta hipótesis.
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