¿Puede un monstruo tener más corazón que su creador, a pesar de ser un engendro creado a base de trozos de órganos, tejido y extremidades de otros humanos? Según Guillermo del Toro y su visión creativa, sí. “Frankenstein” (2025) es una historia de vida, donde la vida se abre paso y se recalca que vivir es lo más importante.
Hablamos de un relato manido, pero si algo demuestra Guillermo de Toro es que hay una y mil formas de contarlo, dotando al largometraje de una personalidad y un enfoque únicos. Si a ello unimos una estética gótica característica y actuaciones fuertemente dramatizadas, donde cada frase es importante, el resultado es casi una obra de arte. Son casi dos horas y media que no se hacen largas, ciencia ficción elevada a la enésima potencia artística.
Oscar Isaac en el personaje de Víctor, expresa tormento y fe en su creación. Jacob Elordi, en su papel de monstruo, ofrece una interpretación conmovedora, frágil a la par que pétrea, el actor dota al personaje de bondad y sentimientos, de capacidad de amar. Es un monstruo sentimental, que desarrolla un afecto especial por Elizabeth Lavenza (interpretada por Mia Goth).
Ambientada en la Europa del Este del siglo XIX, la ambientación es barroca, melancólica, poética. Hay un trasfondo embaucador, es una película de la que no quieres apartar la mirada.
Guillermo del Toro es un director con personalidad. Hay algo intensamente artístico en el enfoque de algunas de sus películas: “La fuerza del agua” y “El laberinto del Fauno” son ejemplos de ello. Con numerosos premios a sus espaldas en diversos festivales cinematográficos, consolida una carrera como director de referencia.
Otras versiones de Frankenstein llegaron anteriormente a la gran pantalla. La más reciente es “Víctor Frankenstein” (2015), interpretada por James McAvoy y Daniel Radcliffe, aunque ha habido adaptaciones anteriores, como la de 1931.
Los planos panorámicos muestran castillos decadentes, paisajes sombríos, los cerrados inciden en la expresividad de los personajes, como el monstruo, mientras que los planos detalle se focalizan sobre las partes humanas ensambladas por el científico, Víctor Frankenstein.
Esta versión personalísima es una fábula de amor, un espectáculo en términos de fotografía, un imprescindible de este 2025 con el sello personal de uno de los directores especialistas en creatividad gótica.
“Frankenstein” ha sido una proyección sorpresa en el Festival de San Sebastián, en versión original subtitulada. Este largometraje recibió aplausos durante más de 15 minutos en el el Festival de Venecia.
Película Sorpresa
Festival de Cine de San Sebastián
Donostia Zinemaldia
73 SSIFF
Comentarios
Publicar un comentario